Estos dos conceptos son claves para entender el funcionamiento de la Ley de la Atracción. Los explicaré de una manera familiar por dos motivos: porque no soy un científico, y porque la idea de este blog es la de dar ideas prácticas para usar El Secreto, no convertirlo en un seminario sobre la materia.
Dicho ésto, me gustaría empezar diciendo que «la realidad física de cada persona se gesta en su mente». Dicho de otro modo: «nuestra realidad física actual es la materialización de nuestros pensamientos del pasado». Se podría hacer la analogía con las estrellas. La luz que emiten viaja durante años, lustros, decenios, siglos o miles de años por el espacio interestelar a 300.000 km/s hasta que llega a nuestras retinas. Esto quiere decir que a luz de las estrellas que vemos en la esfera celeste pertenece al estado de esa estrella cuando era varios años, décadas, siglos o miles de años más jóven. Es decir, la luz que vemos es un reflejo del pasado de la estrella. Por poner un ejemplo, la luz del Sol tarda 8 minutos en recorrer los 150 millones de kilómetros que de media lo separan de La Tierra; por tanto, cuando vemos un atardecer y como desaparece el Sol, estamos en realidad viendo lo que sucedió hace 8 minutos. Con la siguiente estrella más próxima a La Tierra, Próxima Centauri, ocurre lo mismo, pero en este caso al observarla no hacemos más que ver lo que allí sucedió hace algo más de 4 años.
Pues bien, a partir de ahora recordaremos que nuestra vida actual, al igual que la luz de las estrellas, no es más que un reflejo de lo que hace unos días, semanas, meses o años acontecía en nuestra mente. ¿Es fuerte verdad? Como casi todo en lo referente a la LDA no tienes que entenderlo, simplemente «jugar» a aceptarlo sin más; el tiempo te ayudará a creértelo.
Te puede ayudar a verlo el hecho de cómo muchas personas de éxito en la vida, cuando eran niños o jóvenes, soñaban con hacer algo grande en el vida. Pasados unos años o décadas o en su vejez, esas personas se convirtieron en lo que un día habían soñado, como ser deportistas excepcionales, escritores de renombre, científicos magistrales o simplemente, ser plenamente felices consigo mismo, como cuando eran niños.
Entonces, la pregunta que se os puede pasar por la cabeza ahora podría ser: si la mente define nuestro futuro ¿qué es lo que hace que lo determine?. Respuesta: nuestros pensamientos.
Los pensamientos son los responsables de nuestras acciones y, en consecuencia, de nuestras acciones, que a su vez provocan unos resultados. Para terminar la primera parte sobre el consciente y el subconsciente, os dejo este esquema básico de cómo un pensamiento produce un resultado en nuestra vida:
Pensamiento ———> Acción —————-> Resultado/Consecuencia
(Tengo hambre) (me como un Whooper) (tengo más grasa en mis venas)
Si ahora multiplicamos este pensamiento por… digamos 5 veces a la semana durante un mes, habremos cambiado nuestra realidad física notablemente, habiendo conseguido un aumento de peso preocupante así como una subida de colesterol que asustaría al médico más experimentado.
Es un ejemplo muy simplificado que lo pongo para ver, a grandes rasgos, que necesariamente toda acción proviene de un pensamiento inicial. Cuando hacemos un exámen de la materia que sea, si respondemos a las preguntas es porque previamente las hemos pensado, aunque a veces ese proceso sólo conlleve décimas de segundo, pero las respuestas escritas de nuestra prueba han pasado antes por nuestra mente, de manera consciente (normalmente) o bien de una forma inconsciente.
Es aquí donde aparecen esas dos palabras: consciente e inconsciente.
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